Prensa MPPC (06/07/25).- Bajo un ambiente de espiritualidad, resistencia cultural y celebración de la palabra, se llevó a cabo el foro “Todo comienza en las aguas” en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven 2025). El espacio reunió al poeta Esteban Emilio Mosonyi, uno de los escritores homenajeados en esta edición, con el historiador Miguel Mendoza Barreto, el escritor Tony Tong, la poeta y activista kariña Morela Maneiro y el sociólogo wayuu José Ángel Fernández. Ellos, junto a representantes de pueblos indígenas, crearon un puente narrativo donde el agua emergió como símbolo de vida, memoria y guía espiritual
Durante su participación, el poeta José Ángel Fernández calificó a Mosonyi como un “sabio” y ofreció una reflexión sobre el agua basada en experiencias vividas en lagunas sagradas vinculadas a rituales de purificación wayuu. Sus relatos y poemas exaltaron este recurso natural como parte inseparable del cuerpo y del espíritu, destacando la riqueza hídrica de América como herencia y responsabilidad compartida.
Fernández acompañó sus palabras con fragmentos de su obra “Cantos y Pagamentos a la Madre Tierra”, disponible en línea de forma gratuita.

Por su parte la poeta Morela Maneiro, oriunda del estado Bolívar, al sur de Venezuela, y defensora activa de la mujer indígena venezolana, reivindicó el rol de la lengua y la tradición como bastiones frente a la colonización, la modernidad y la depredación ambiental, haciendo un llamado a reconocer la sabiduría ancestral como una herramienta vital para la resistencia espiritual y cultural.
De igual manera Tony Tong, cuya obra se caracteriza por su enfoque intercultural y filosófico, aportó desde su experiencia a la reflexión colectiva, al igual que Miguel Mendoza Barreto, historiador, profesor universitario y poeta nacido en la orilla del Guarapiche. Él evocó la dualidad del río —el diurno y el nocturno— como expresión del alma natural, y compartió relatos que conectan el paisaje con la sensibilidad poética. Su intervención resaltó el valor del agua como un elemento que no solo otorga vida, sino que también exige respeto.
“El río no solo da vida, también castiga a quienes lo lastiman: a los que envenenan sus aguas, a los que pescan crías pequeñas, a los que talan sin pensar en la orilla”, enfatizó Mendoza.
Este foro logró trascender el ámbito literario para convertirse en un canto ancestral, al promover la obra de quienes han vivido en armonía con la naturaleza durante generaciones. Encuentros como este continuarán durante Filven 2025, que este año celebra la diversidad cultural como fuente de inspiración y conocimiento colectivo.

T: Prensa Cenal