Prensa MPPC Aragua (13-09/2022). Aunque para Nino Pocaterra, artista fluxo-expansivo, perfomancista, poeta visual y artista corporal aragüeño, la mañana del 20 de junio del presente año transcurría como todos los días: en su estudio, en medio de sus reflexiones artístico-creativas y con total normalidad, una llamada telefónica proveniente del extranjero, cargada de parabienes y exitosas buenas nuevas, le brindaría una de las mayores satisfacciones a su ya aquilatada trayectoria.
Al otro lado de la línea telefónica la voz de un miembro del comité evaluador del III Premio Mundial a la Excelencia “César Vallejo” 2022, promovido por la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE), que tiene sus sedes en Lima, Perú, y en Querétaro, México, conjuntamente con la organización Mil Mentes por México, le anunciaban a Nino Pocaterra la adjudicación de este importante galardón en la modalidad “Excelencia Artística”.
Pocaterra recuerda que “hace tres meses, en el mes de junio, recibí una llamada de la UHE para anunciarme el otorgamiento del premio sobre la base de toda la cosmogonía presente en mi obra que va desde la pintura, el arte corporal, la escena y la danza, aunque es la poesía más que todo lo que representa el equilibrio en mi trabajo y que fue donde el jurado se sustentó para evaluar todo lo que he hecho, y cuando digo poesía es porque a todo yo le pongo la poesía y a todo le pongo la palabra”.
Es importante destacar que la III edición del Premio Mundial a la Excelencia “César Vallejo” 2022 se desarrolló en el marco del trigésimo aniversario de creación de la UHE en la que se otorgó el galardón a más de quinientos artistas, escritores, intelectuales y líderes sociales procedentes de 95 países de los cinco continentes del planeta “quienes por su excelencia están ayudando a forjar una humanidad más sólida”, reseña la página web oficial de la organización https://codigor.org/uhe/.
De igual manera, la misma fuente detalla que los ganadores participaron en 22 categorías de excelencia: académica, artística, cívica, cultural, defensa del planeta, defensa de los derechos humanos, defensa de la paz con justicia social, educativa, empresarial, Heraldos Negros (en referencia al libro de poemas publicado por Vallejo en 1919), humanística, infantil, investigación tecnológica educativa, innovación aeronáutica, juvenil, liderazgo social, literaria, periodística, radial, televisiva, universitaria y virtual.
¿Quién es este creador tan polifacético? La diversidad en las propuestas
“Cuando me llega la noticia de la adjudicación del premio me atrevo a preguntar que cómo era eso, que cómo habían llegado a esa selección y bueno me responden que pudieron observar cada una de mis obras debido a las postulaciones efectuadas en años
anteriores más los trabajos que presenté en esta edición, y agregaron que a pesar de los intentos realizados con anterioridad para contactarme no se había logrado la comunicación. Destacaron que observaron mi literatura y mi poesía y que les gustó bastante porque era diversa, diferente, una poesía responsable, una poesía seria y contundente que les llamó la atención, y que esa revisión incluyó no solo la poesía sino las características de mi obra de perfomance.”
El caso es que Nino Pocaterra cuenta con una óptima capacidad de reflexión para renovar su discurso estético y poético, lo que le permite innovar cada puesta en escena sin reiterar las temáticas tocadas con anterioridad, que en su opinión y aun cuando se trate de la ejecución de una misma pieza esta siempre vas a ser única e irrepetible.
“Ocurrió que cuando el jurado revisa mis obras, primero “Reverón”, luego “Letras de Sangre”, y después otro trabajo, los comparan entre sí, van sumando y se encuentran con proyectos tan distintos uno de otros, eso capta su atención, los inquieta y les lleva a preguntarse ¿Qué es esto? ¿Quién es este creador tan polifacético?”
“Reverón es el más universal de nuestros artistas plásticos”
“Luego destacaron que de mi obra les llamó la atención otra cosa: los perfomances en donde aparecen esas poesías incorporadas como es el caso de “Reverón” como obra de inspiración, que fue una gran responsabilidad para mí por toda la universalidad que representa Armando Reverón como artista, no solo de manera local sino para la plástica mundial, de manera que hice casi una huella digital del pintor con una poesía extremadamente fuerte, con una puesta en escena también muy fuerte, porque yo siempre he dicho que si el personaje es contundente todo lo demás también debe ser contundente”.
En este sentido Pocaterra expone lo que a su juicio es la fórmula que le ha funcionado y a la cual atribuye el éxito de sus trabajos para haberse hecho acreedor de este premio: “En el desarrollo de los perfomances todos los conceptos son importantes para ser tomados en cuenta, pero la diferencia y lo fundamental es la manera en la que visualmente los proyectes. Yo sumo a la poesía la puesta en escena elaborando una estructura filosófica que sustenta el personaje y cuál es la relación que tiene ese personaje con la historia y el hilo conductor de todo”.
“En el caso de Reverón, esa réplica de huella digital a la cual me referí anteriormente, interpretada por mí, es mi visión de él pero con un desarrollo humano fuertísimo porque eran los sentimientos y los sentidos de un creador desde un alma cruda aunque no áspera, que se combinaba con sus pinturas. No era tan solo la poesía en sí, sino cómo sonaba la poesía en mi personaje, cómo salía y cómo se engendraba la palabra en la contundencia con la que se representaba a Reverón”.
“La responsabilidad me lleva a tener el control completo de mi obra”
Si existe un elemento fundamental que caracteriza la obra de Nino Pocaterra es el total control de la producción de sus trabajos, que va desde la escritura de las poesías, selección de la música, un buen sonido, la acústica, efectos, maquillaje, coreografía entre otros aspectos: “Una de las cosas que preguntó el jurador calificador era que por qué razón yo hacía todo, a lo que respondí que yo tengo una responsabilidad como creador y no puedo delegar esa responsabilidad a otra persona que no tenga el mismo sentido creador que yo tengo, puedo consultar y asesorarme antes con otras personas sobre si algo se puede llevar a cabo o no, pero a la hora de la puesta en escena tengo un concepto y ese concepto se desarrolla en el lugar donde se va a intervenir, que cada vez es único y distinto, y el control de todo eso solo lo puedo tener yo”.
“En el pasado me ocurrieron casos en los que delegué aspectos fundamentales de una obra a alguien y el resultado no era el que yo tenía previsto debido a que esa persona no tenía la misma visión que yo y decidió a título propio hacer una cosa totalmente distinta a lo que se había planificado, de manera que un trabajo que potencialmente puede ser enriquecedor se pierde por una mala decisión y es por esa razón que a partir de un determinado momento decidí controlar completamente y de manera personal todos mis perfomances”.
Breve recuento de su historia artística
Nino Pocaterra recuerda que tenía 9 años cuando de la mano de su madre se adentra en la quema primitiva y comienza a elaborar cerámicas en la localidad de Samán de Güere, de allí pasó a estudiar en el Conservatorio con el maestro Andrés Oropeza y posteriormente obtiene una beca que lo lleva a estudiar en el Instituto Superior de Danza en la ciudad de Caracas. Fue en esa época en la que comenzó a escribir un libro en el que plasmó todo lo quería hacer en su vida aunque en ese instante no entendía lo que estaba escribiendo.
De igual manera rememora el paso de 18 años “haciendo de todo un poco de lo que ya había estudiado pero sin mayor trascendencia, fueron 18 años tristes y dolorosos en los que yo intentaba lograr muchas cosas pero no entiendo qué paso que mi vida se estancó. Sin embargo me doy cuenta que todo lo que estaba realizando tenía relación una cosa con la otra: el movimiento, el cinetismo, el ritmo, la elasticidad, la energía, la creación pero que todo aquello se relacionaba con la palabra, y fue precisamente la poesía la que me sirvió para amalgamar todos los contrastes de lo que yo estaba haciendo cerámica, danza contemporánea, pintura, entre otras cosas”.
“Fue en el año 2004, hace también 18 años, precisamente, que durante el “Día Internacional de la Acuarela”, celebrado en el liceo Agustín Codazzi, llevo a cabo mi primer perfomance para inaugurar el evento y durante su ejecución arrojo un lienzo que estaba pintando en distintos colores con mis cabellos, y este viajó por alrededor de todo el lugar haciendo un círculo sin tropezar con nadie hasta llegar nuevamente hasta mis pies, allí es cuando entiendo que fue un mensaje de Dios diciéndome: “Nino, es ahora”. A partir de ese momento es cuando me doy a conocer y desde ese entonces no he parado nunca, llevando desarrollados hasta el presente 138 perfomances”.
A pesar de haber obtenido este premio, el galardonado afirma con completa humildad y lágrimas en sus ojos: “Sigo siendo el mismo Nino Pocaterra de siempre, siento que este premio sustenta mi carrera y que con él empeño mi palabra para representarlo, aunque es, además, un alimento para mi alma y una suma de respeto a lo que yo he respetado, es una respuesta del mundo a lo que yo le he dado al mundo”.
Finalmente, es importante destacar que otros cinco venezolanos se adjudicaron este prestigioso galardón: la profesora, escritora y poeta Carla Velásquez “La Gaviota Deltana”; Dilia Sánchez, excelencia cultural; Luis Armando Camejo Rojas, excelencia cultural; Trina Michelangeli Milano, excelencia cultural; Walter Mattia, excelencia en la defensa del planeta y Nino Pocaterra, excelencia artística. ¡Felicitaciones para todos ellos!
T y F: Prensa MPPC Aragua