El martes 7 de mayo se cumplieron 17 años del decreto de creación de la Universidad Nacional Experimental de las Artes. Una iniciativa impulsada por el comandante Hugo Chávez Frías con la intención, no solo de unificar en una sola institución a los institutos universitarios de música, teatro, danza y artes plásticas, sino también para proponer un nuevo diseño curricular con la intención de trascender el modelo positivista eurocéntrico que llevaban en sus espaldas estos institutos.
El objetivo que persigue esta creación de la revolución bolivariana es formar profesionales del arte que además de adquirir, con altos estándares de excelencia, el dominio técnico de su disciplina artística, también lleguen a niveles de comprensión y reflexión del hecho creativo y artístico, y su papel en la sociedad lo tomen a través de un desarrollo del pensamiento crítico descolonial.
Sin duda alguna que hablamos de un enorme reto que implica confrontar el modelo cultural colonial y su discurso supremacista, entender que la visión de Europa como centro de la cultura es un constructo promovido para fines de dominación colonial y empezar a reconocer el alto valor artístico y cultural que tiene lo propio.
En otras palabras, hablamos de una universidad donde se eleva la genialidad artística de José Ángel Lamas a un pódium aún más alto del correspondiente a Mozart, porque hay más riqueza cultural en el Popule Meus, con su africanía predominando sobre la estética del clasicismo europeo, que en la perfección aséptica mozartiana.
Se estudian, por supuesto, los aportes artísticos europeos, pero desde una mirada descolonial y en constante interlocución con las otras culturas del mundo. Se trata de reconocer y admirar en primer plano lo nuestro por la sencilla razón de que nos habla desde nosotros mismos.
Ignacio Barreto
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11/05/2025