El Maccar muestra las obras de 19 jóvenes promesas de la pintura en la exposición “La Naturaleza Muerta al Óleo”

Prensa MPPC (18/07/2023). El Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC) y el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Armando Reverón (Maccar) dieron apertura a la exposición colectiva “Naturaleza Muerta al Óleo”, exhibición a cargo de 19 estudiantes de la Universidad Nacional Experimental para las Artes (Unearte), en la que mostraron el proceso que los llevó el adentrarse en los detalles de la técnica del óleo sobre lienzo, específicamente con la creación de naturalezas muertas.

Sarah Revette, Bárbara Rojas, Geraldine Sánchez, Jesús Guerrero, Andrea Rojas, Elisa Díaz, Robert Liendo, Yahinni León, Víctor Primera, Oriana Castillo, Aarón Canino, María Pernía, Meryi Barreto, Belén Moya, Miranda Palacios, José Miguel Gonzáles, María Alejandra Rodríguez, Victoria García y Doubraska León son los artistas plásticos que están mostrando sus piezas en este recinto del arte caraqueño.

 

Estos noveles pintores mostraron las piezas resultantes de la cátedra Pintura I, en la que el profesor Jorge Ignacio Medina los orilló a las bases fundamentales de la creación de pinturas, al destacar además que la recreación de naturalezas muertas les otorgó a estos pintores emergentes la destreza inicial para formarse como futuros artistas plásticos integrales con calidad de exportación.

“La naturaleza muerta le permite también al estudiante desarrollar todo lo que son los procesos de composición, como son la ley del horizonte, la ley de los tres tercios, dónde ubicamos la vertical, cuál es el punto de oro, asimismo, la naturaleza muerta le permite al estudiante adentrarse con mayor libertad en todos esos elementos plásticos que son los componentes de expresión de la pintura”, explicó Medina.

En este sentido, la sala 1 del Maccar no solo alberga las obras finales de estos pintores, sino que además muestra a detalle el recorrido que les permitió lograr estas piezas que hoy se muestran al público y que son prueba de la calidad de estas pinturas al óleo, al tiempo que coquetean con la inmortalización de los objetos y el momento en el que fueron captados por el ojo del pintor.

Así lo define Jorge Ignacio Medina al comentar que “el tema de la naturaleza muerta es inmortalizar cosas que no estarán, esa botella que pintamos o la fruta, pues ya maduró y terminó de consumirse y ya no está, pero cuando vemos los cuadros, eso quedó inmortalizado en el tiempo, y es allí donde entra el factor tiempo”.

Por su parte, Elisa Díaz, artista autora de “Los Manguitos”, destaca el gran reto que representó para ella el crear esta pintura en la que la ejecución y aplicación de las técnicas aprendidas la pusieron a prueba, pero de la que se siente satisfecha por haber logrado su pieza, que según comenta ha recibido elogios por los asistentes a esta inauguración.

 

Es importante destacar que estos aprendices de la Unearte se han plantado frente a este desafío sin dejar de lado los referentes de la plástica universal, quienes no solo fungen de inspiración sino de guía y si se quiere de válida imitación para llegar finalmente a la construcción de la propia identidad como artistas plásticos.

“Naturaleza Muerta con Libro Abierto, es la pieza de Cristóbal Rojas que fue mi referente, porque siempre me llamó la atención como él jugaba con las luces y sombras, sus pinturas son muy tonales, esto era algo que a mí me encantaba, y fue lo que desde un principio le planteé al profesor, por lo que estoy muy satisfecha del resultado que logré”, acotó Bárbara Rojas, creadora de la pieza “Florero en Tela Roja”.

En este sentido, los estudiantes de esta cátedra asumen haber experimentado un cambio no solo artístico sino espiritual, luego de haber cursado Pintura I, aprendiendo de los errores, corrigiendo en el camino y retándose a si mismos en cada paso, tal como lo describe Sara Revette, autora de “Floreros con Manzanas”, al expresar que “esta materia me abrió mente y corazón, no se comienza perfecto, no se comienza limpio, tienes que equivocarte, tienes que rayar, tienes que borrar”.

Igualmente lo detalla la estudiante Andrea Rojas apegada al proceso de gestación de “Té de Limón”, una de las 19 obras que integran “Naturaleza Muerta a Óleo”, y que la llevó al igual que sus demás compañeros a un proceso de introspección, evaluación y decodificación para poder idear la pieza definitiva que sería la meta de esta cátedra.

“Tenía que buscar objetos que me inspiraran, que contaran una historia para mí, no quería simplemente colocar tres objetos sin ninguna cohesión al respecto, tomé un limón, una tetera y una taza, entonces me puse a pensar qué historia me puede relatar esto, sabemos que la naturaleza muerta nos refiere a la fugacidad de la vida, y pensé de qué manera puedo tomar y eso y convertirlo en algo mío, en algo muy propio y como podía conceptualizarlo, de allí nace “Té de Limón”, apuntaló Andrea Rojas.

“Intelectualidad Íntima” es la pintura de Robert Liendo, composición que muestra objetos que llaman al pensamiento, la investigación y el descubrimiento, en él se encuentra una botella de vino, un libro y un maniquí, objetos que inspiran a la saciedad de las inquietudes que guarda la psiquis humana y que se conecta por el romanticismo que le otorgan las luces y sombras de esta obra.

“Quise relacionar la intelectualidad del hombre con respecto al libro y lo íntimo por ese claroscuro que nos encierra en una habitación, donde la persona es capaz de pensar, sentir y analizar. Ahorita vemos que el arte es muy abierto, muy amplio, por lo que regresar a los orígenes nos ayuda a desarrollarnos para crear esas piezas que vemos en la realidad contemporánea, yo sinceramente me disfruté de los bodegones”, dijo Robert Liendo.

 

Asimismo, María Fernanda Pernía, responsable de la pieza “Sheaffer y Limones”, acotó que el recorrido por esta materia la llevó a evaluar qué más podría hacer, lejos de simplemente imitar la obra original o replicar lo que veía ante ella.

“Cuando se hace un bodegón es exactamente retratar lo que se ve, en la composición que hice lo que quería era jugar con los colores, indagar en que yo podía hacer de todo el proceso que hemos venido experimentando, Mi inspiración fue el no intentar representar exactamente lo que ya se tenía planteado en la imagen, en la foto o en la pintura original, pues quise intentar mi propia versión”, afirmó Pernía.

“Al ver estas naturalezas muertas podemos apreciar aspectos de la personalidad, los colores que utilizaron, pues hay pinturas coloristas y tonalistas, composiciones grandes y otras más íntimas, más pequeñas, por lo que pienso que debe tomarse en cuenta”, concluyó Jorge Ignacio Medina, tutor de estas jóvenes promesas de la pintura criolla.

T y F: Prensa FMN

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