Prensa MPPC (17/07/2024).- Al cumplirse 100 años de “Ifigenia”, una representación de autoras venezolanas se reunió para celebrar la literatura vista desde la feminidad, gracias al Foro Narrativas de Mujer. En su segundo y último día, se abordó la escritura y subjetividad en narraciones de mujeres latinoamericanas que marcaron un precedente.
El evento, inscrito en la 20ª Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), contó con la periodista y escritora Ana María Hernández como moderadora, quien compartió con las escritoras Carmen Bohórquez, autora de “La mujer indígena y la colonización de la erótica en América Latina; Alba Carosio, quien firma el libro “Tiempos para pensar”; Emilis González, creadora de “Por arte de rockolas”; Mirla Alcibíades, quien escribió “Mujeres e Independencia”, y desde Brasil, la autora de “Palabras cruzadas” (2015), Guiomar de Grammont.
Celebrar la escritura de mujeres fue el punto de partida para Mirla Alcibíades, quien en busca de “un texto que humanice”, presentó la vida y obra de Antonia Esteller Camacho Clemente y Bolívar, a la vez que le permitió delirar al público con una de sus obras: la biografía de la Negra Matea, esclava que crió y amó al Libertador, Simón Bolívar.
Por su parte, Emilis González Ordóñez dedicó su intervención a la obra de escritoras falconianas, especialmente Josefa Victoria Arañeda, “costurera, periodista, individuo con voz pública, de personalidad avasallante y una escritora que abordó temáticas polémicas para la década de los 90: la homosexualidad y los divorcios”, destacó.
Las mujeres tienen palabra
Alba Carosio comentó que en el pasado “las mujeres tenían la función de educar y engendrar hijos. Es por eso que para los hombres el hecho de tener una mujer escritora era algo incómodo, molesto y todavía lo sigue siendo”.
A través de la intervención de esta investigadora, el colectivo pudo tener una visión general de la narrativa y su influencia a través de la historia. “Para las mujeres, tener la palabra fue un gran logro a través de la historia y eso les gustó, les gustó tener la palabra sabiendo que era bien difícil ejercerla”.
Denunció, sin embargo, que las mujeres en la historia han sido invisibilizadas. “Todas las luchas emancipadoras serían imposibles sin la presencia de las damas. A las batallas muchos de ellos (los soldados) iban acompañados de sus mujeres para hacer las logísticas de los ejércitos libertadores, y eran llamadas las rabonas. Reconocemos a Manuelita Sáenz, pero no a esas troperas que aportaron a la transformación social”.
“Cuando hablamos de las troperas, hablamos de las mujeres del pueblo, que dejaron su camino escrito de ser madres y mirar la vida desde la ventana. Pero parte de la lucha de las mujeres es que, a veces, no son comprendidas por las mismas mujeres”, agregó.
Destacó el gran logro que ha sido para las mujeres que poco a poco se haya “adquirido la palabra”, pero alegó que aún falta hacer estudios para visibilizarlas en la historia.
En esa misma línea, la profesora Carmen Bohórquez realizó una ponencia sobre el machismo implícito en las culturas y en la mitología semita.
La brasileña Guiomar de Grammont, escritora invitada, aprovechó la ocasión para promocionar su obra “Palabras cruzadas”, un texto que refleja la realidad de las familias de muchos países latinoamericanos que han perdido a miembros por la violencia, el narcotráfico o dictaduras.
“Es una crítica al poder de las armas, y en eso se basa mi escritura. No me gustan las guerras. Por eso, termino mis obras con mensajes muy pacifistas contra la lucha armada”, refirió.
Entre las conclusiones, las participantes destacaron que la idea del encuentro “es anunciar que la escritura de mujeres no necesariamente está en el rígido canon de la crónica o las novelas”.
Estos encuentros también abren el debate sobre los desafíos pendientes. Por ello que una de las asistentes cerró el evento con el llamado a acabar con el preconcepto de “Mujeres que hacen cosas”, como si las expresiones autora y escritora “no nos definieran lo suficiente o no definieran lo que hacemos”.