Prensa MPPC (1/09/2022)Con un cine foro a partir de la película Bésame Mucho, la Fundación Cinemateca Nacional (FCN) recordó a Philippe Toledano, realizador que escogió a Venezuela como segunda patria para desarrollar su carrera.
Aunque en sus últimos años estuvo en su Francia natal antes de ir a Mallorca, España, donde murió a los 84 años de edad, el pasado 6 de julio, no pudo volver a su tierra adoptiva por problemas de salud.
En la actividad, participaron como panelistas el productor, José Ernesto Martínez; el guionista, realizador y docente, Sergio Marcano; y el también cineasta, Jorge Mirada.
“Toledano fue un francés que vino a Venezuela y quedó enamorado de esta tierra, tomándola como su primera patria, convirtiéndose en un venezolano más, pero con formas francesas, un hombre con alta cultura y muy refinado, atributos que considero dan origen a una obra llena de mucha sensibilidad cargada de un profundo análisis de la sociedad latinoamericana”, reiteró Marcano.
Un luchador
En efecto, en consideración de Martínez, quien trabajó con el homenajeado por un tiempo aproximado de 10 años, uno de los principales aportes de Toledano a la cinematografía venezolana tiene que ver con el área gremial, en la cual “luchó toda su vida, formando parte y fundando gremios” como por ejemplo Caveprol (Cámara Venezolana de Productores de Largometrajes) de la que fue presidente.
También participó en las discusiones y elaboración de la Ley de la Cinematografía Nacional y tomó parte en algunos lineamientos generales aún vigentes. “Trabajó con el CNAC (Centro Nacional Autónomo de Cinematografía) en la redacción del reglamento interno. De manera que sus principales aportes fueron en la parte gremial”, destacó.
“Pudo trabajar con todos en el país, se preocupó por el gremio de cineastas y se implicó en el desarrollo de la ley de cine hasta su presentación en la Asamblea Nacional. Era un embajador del cine que tendía puentes entre naciones e instituciones y siempre tenía tiempo para apoyar a todo aquel que pedía su consejo o ayuda”, completó Mirada.
Igualmente en consideración de Martínez, Toledano como director, dejó títulos como Morituri (1984) y la propia Bésame Mucho (1996). “Son películas que marcaron en su momento, tuvieron buena aceptación con el público”.
Como productor, agregó Mirada, Toledano estuvo implicado en títulos como Sicario, la ley de la calle (1994) Garimpeiros (1999) o La mágica aventura de Óscar (2000) esta última dirigida por su fiel compañera Diana Sánchez.
El maestro del séptimo arte
“Como hombre de cine que amaba a Venezuela, destacan grandes ideas en las que lograba dar valiosas oportunidades a las generaciones de relevo, implicándose como codirector, productor, guionista o consejero. Entre estas grandes ideas destacan series como Amo la Vida Voy al Cine, dos temporadas en las que se describe cada uno de los oficios del cine contado por sus protagonistas”, mencionó Mirada.
El guionista Marcano coincidió en que, si bien Philippe Toledano tiene algunas obras de ficción y cine documental, “su más importante aporte se encuentra en la producción ejecutiva” desde donde ayudó a formar a varias generaciones de productores, directores, guionistas, editores, sonidistas, músicos, diseñadores gráficos, entre otros profesionales del séptimo arte.
“Philippe, quien era un hombre con una inteligencia sagaz, siempre estaba dispuesto a colaborar y a formar parte de los proyectos de todas las personas que se acercaban a pedir su ayuda y su consejo”, declaró Marcano.
Con su serie La edad de oro del cine venezolano, Toledano desde la producción, dejó un valioso análisis de nuestra cinematografía de las décadas los setenta y ochenta, además del Noticine que promocionaba los más recientes estrenos nacionales en todas las salas del país.
Semblanzas y anécdotas
Toledano, rememoró Mirada, siempre le decía que los cineastas eran unos privilegiados que tienen el oficio más bonito del mundo. “Y no le faltaba razón, era un trabajador incansable, un ávido lector con una gran cultura cinematográfica.
“Lo describiría como un hombre con una estética refinada, sin dejar de lado, lo actual, lo moderno, lo urbano, consciente de la responsabilidad del cineasta al comunicar, utilizaba estos recursos estéticos para llegar al público al que está dirigido el producto”, expresó.
Al iniciar una toma decía moteur (motor en francés) haciendo referencia al encendido de la cámara, costumbre que se convirtió en una marca personal. Otra característica como realizador, señalada por Martínez, fue su capacidad para unir cinematografías de distintas nacionalidades por medio de las coproducciones, una modalidad de la que fue un ferviente promotor. “Basó su cinematografía en eso, en las coproducciones y en buscar alianzas para poder hacer películas”.
“Su compañía Tango Bravo, fue la casa y escuela para muchas generaciones de cineastas en la que podías aprender francés, música, gastronomía y por supuesto cine, contaba con una estupenda videoteca con más de mil películas en DVD a disposición de todos”, agradeció Mirada.
“Él me dio oportunidades creativas muy valiosas. Y siempre recordaré muy buenas experiencias a su lado en el set de rodaje. Así como muchos momentos entrañables en su productora, donde siempre había un ambiente de mucho profesionalismo y camaradería. También le debo a Philippe, muchos amigos y conocidos en el medio criollo”, recordó Marcano.
Los panelistas también coincidieron en que Toledano siempre fue muy generoso con su confianza, con sus contactos, con sus equipos, con sus conocimientos y con sus siempre polémicas opiniones sobre las políticas culturales de los organismos cinematográficos nacionales y de sus diferentes gremios; con su amplia cultura cinematográfica, con sus proyectos.
“Un hombre muy culto, sencillo y sin duda alguna excepcional; alguien que amó profundamente a este país complicado que es Venezuela y al cine venezolano”, aseguró Marcano.
Philippe era apasionado, apreció Mirada, pero con un “optimismo a toda prueba que siempre contaba con una solución, un hombre con ideas muy claras, siempre atento y respetuoso de las opiniones de su equipo, sabía decirte que no con una gran sonrisa. Era un verdadero placer trabajar para él”.
Sobre el Bésame mucho
En cuanto a Bésame mucho, el film seleccionado para este homenaje, se trata de una coproducción venezolana, colombiana y mexicana basada en la obra de teatro El vendedor de Mariela Romero.
En la historia, un criminal psicópata es perseguido por la policía y encuentra refugio en la casa de una mujer que recientemente fue abandonada por su amante, un político inescrupuloso.
“A pesar de ser antagónicos, la violencia y el abandono los une. Una vez que las autoridades empiezan a seguir las pistas de este criminal y a asediar la casa, es entonces cuando comienza desarrollarse este increíble drama”, analizó Mirada, para quien la intención de esta película es comentar el estado de la sociedad latinoamericana de clase alta a fines del milenio: corrupción política, infidelidad, violencia, soledad, entre otros temas… melodrama, “propio del cine latino pero con más clase que la mayoría”.
T y F: Prensa Cinemateca