Prensa MPPC (13/07/25).- Las voces de Nicanor Cifuentes Gil y Lilia Ana Márquez, ambos catedráticos de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), enfrascaron al público en una contundente reflexión sobre el verdadero concepto de lo sustentable y lo sostenible, visto desde la ecología política del trópico. De esa manera, denunciaron las tácticas del mecanismo colonial para transformar territorios biodiversos en mapas de saqueo y exclusión.
El conversatorio se dio este sábado 12 de julio en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) 2025. El debate partió de una premisa incómoda pero urgente: la naturaleza, tal como la conocemos hoy, ha sido una invención política y cultural moldeada durante más de 500 años de pobreza inducida y despojo. Esta idea sirvió de eje para explorar la “economía política del racismo” y la posibilidad de un desarrollo verdaderamente soberano.
El profesor Cifuentes, director del Centro de Estudios Ambientales de la UBV, resaltó que la casa de estudios es parte de un “latido” que busca pensar desde la filosofía y la economía política una propuesta descolonizada, situada en la geocultura y en los suelos propios. En ese sentido, denunció que, a los recursos naturales ahora se les suma la mercantilización de los “recursos humanos”.

El académico también lanzó una crítica feroz al lenguaje ambiental actual, señalando que conceptos como “sustentabilidad” y “desarrollo sostenible” han sido utilizados como trampas discursivas que perpetúan el proyecto ecocida. Por último, advirtió que “el racismo ecocida se entiende como la necesidad del imperialismo de interiorizar la civilización del trópico y quitando la existencia de su naturaleza.”
Consigna mediática llamada cambio climático
La profesora Márquez, por su parte, condenó que el cambio climático haya sido convertido en una propaganda que invisibiliza una real crisis ecológica profunda. Se refirió específicamente a cómo las fuerzas imperialistas catalogan al trópico como una civilización incapaz de nombrarse e indentificarse a sí misma a través de discursos que vienen de afuera y que buscan interpretar nuestras ciencias, climas y modos de vida desde una visión de cuatro estaciones climáticas. “Nos han hecho creer que no conocemos nuestro trópico”, afirmó, en un llamado a decolonizar el saber y a reforzar las técnicas de resistencia.
Ambos ponentes coincidieron en que el campo de batalla actual está marcado por los recursos minerales y los intentos de colonizar las capacidades de autodeterminación. Desde la militancia ecológica, propusieron avanzar hacia una justicia ecosistémica que nombre el “racismo ecocida” como categoría crítica para comprender la violencia ambiental que aún persiste.
Este año la Filven se consolida como un espacio para la insurgencia y defensa del pensamiento propio, donde la palabra se convierte en herramienta de lucha contra los dispositivos coloniales y mercantilistas que amenazan con seguir definiendo la vida desde la artificialidad y las tendencias. La Feria culmina este fin de semana, aún tienes tiempo de visitarla.

T: Prensa Cenal