Prensa MPPC (08/07/25).- La escritora venezolana Iliana Gómez presentó en la 21a Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) sus obras La tierra mágica de Asúan, El Cangrejo de Luxor y Los papiros de Alejandra (2025), obras infantiles que nacen del encuentro entre la imaginación, la importancia de la familia y el diálogo intercultural.
La autora explicó que el proyecto surgió como parte de una asignación en el módulo de estudio sobre la cultura egipcia, desarrollado en el Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños con el apoyo de la Embajada de Egipto en Venezuela. Lo que inició como un solo cuento —que posteriormente fue postulado para publicación— se transformó en una trilogía infantil, enriquecida por los aportes familiares y colectivos propios de los venezolanos.
Gómez celebró junto a los presentes la participación de su hija como ilustradora, al tiempo que agradeció el trabajo de todos los artistas y editores profesionales que lograron materializar el libro en tiempo récord, sorteando los desafíos propios del proceso creativo.
Interculturalidad y respeto desde la infancia
Durante la presentación, la autora reflexionó sobre el propósito de la obra: promover el respeto, la horizontalidad y la empatía entre culturas, a través de los ojos de Alejandra, una niña de 8 años que representa el espíritu curioso y creativo de la infancia venezolana.
“Alejandra no deja de ser venezolana, específicamente guaireña, pero aprende a conjugar las tradiciones propias con las egipcias”, refirió la escritora, quien indicó que la protagonista de la trilogía parte del aprendizaje basado en la alegría, los juegos y la imaginación consciente.

Enfatizó en que en un contexto global donde los movimientos migratorios y el contacto entre pueblos son una realidad cotidiana, sembrar estos valores desde la infancia es más urgente que nunca para la resolución pacífica de conflictos y el respeto a la diversidad cultural.
Un vehículo para la diplomacia cultural
De acuerdo con Iliana Gómez, este libro no es solo una obra literaria; es una declaración pedagógica y política sobre cómo educar para la convivencia. Porque al conocer otras culturas, también nos conocemos a nosotros mismos.
“La literatura infantil puede ser también diplomacia cultural”, expresó la autora, al resaltar cómo los cuentos permiten dialogar con otras realidades sin imponer jerarquías culturales. De ahí la importancia de que los niños se familiaricen con la diversidad desde la escuela, construyendo espacios comunes desde sus propias experiencias.
Esta obra presentada en la Filven forma parte de las actividades inspiradas en Egipto, país invitado de honor, para acercar al lector a la riqueza simbólica de la cultura del país árabe.

T: Prensa Cenal