Prensa MPPC (05/07/25).- Desde hace casi cuatro meses, Venezuela clama por el retorno de 252 venezolanos ilegalmente deportados desde Estados Unidos (EEUU) a El Salvador, donde están privados de su libertad sin que se compruebe ningún cargo delictivo en su contra más que el de ser migrante venezolano. Defenderlos es un asunto de soberanía y un punto de inflexión para la construcción de un nuevo mundo, refirió la educadora y penitenciarista Rosalyn Rodríguez Palacios.
En el conversatorio “El panóptico de Bukele: La mega prisión que legaliza otros tipos de terrorismos”, efectuado en la 21a Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) 2025, la especialista compartió su preocupación por la amenaza que representa el Centro de Confinamiento Contra el Terrorismo (Cecot) en El Salvador, donde permanecen estos venezolanos. Para entender el impacto de este espacio, debe analizarse “a dónde creo yo qué quiere llegar el Cecot y cómo lo está demostrando el presidente Nayib Bukele”, sentenció.

“El Cecot no es cualquier centro penitenciario”, señaló. “Bukele comparte el sádico espectáculo y saca un beneficio lucrativo”, a través de la estigmatización y criminalización de la migración venezolana, que ha sido forzada por el asedio contra nuestro país, explicó Rodríguez en el conversatorio, realizado en la sala Judith Valencia de la feria.
A nuestros connacionales “en vez de deportarlos a nuestro país, los deportaron al Cecot”, destacó la especialista, quien indicó que esta ilegal acción se escudó en “simples señalamientos, como el tema de los tatuajes”.
Soberanía ante el terrorismo
“El actual drama que atraviesan nuestros compatriotas retenidos ilegalmente en el Cecot de El Salvador es un tema de soberanía” y, por tanto, “tenemos la obligación de defender a nuestros connacionales”, recalcó Rodríguez.
La especialista, con una amplia experiencia en el Sistema de Responsabilidad Penal en adolescentes y adultos, compara el Cecot con un panóptico, “un tipo de estructura diseñada para permitir la vigilancia de un área desde un punto central, sin que los vigilados puedan saber si están siendo observados o no”.
Este concepto fue ideado por Jeremy Bentham y se popularizó como modelo de prisión, pero también se ha aplicado a otros contextos como fábricas y escuelas.
Michel Foucault retomó este término en 1975 como metáfora para describir cómo el poder opera en las sociedades modernas, al ser un mecanismo que permite un control constante y eficaz a través de la vigilancia, incluso cuando no hay una supervisión activa, destacó.
Ante ese afán dominante, Rodríguez alerta sobre la amenaza de que el modelo del Cecot quiera ser copiado por otros países, y de esta manera legitimar el terrorismo de Estado.
Un desafío al derecho internacional
Rodríguez puntualizó que la República Bolivariana de Venezuela ha hecho todas las diligencias diplomáticas ante EEUU y El Salvador reclamando la privación ilegítima de la libertad de estos venezolanos.
Desde este punto, advierte sobre el peligro que corre el mundo de dejar en letra muerta el Derecho Internacional por intereses de lucro, al permitir la internacionalización y legitimación de las prácticas que atentan contra la humanidad.
Rodríguez, quien recalcó el compromiso que representa para Venezuela la defensa de sus connacionales, dejó para la reflexión de los asistentes esta pregunta: “¿Cuáles mecanismos nos quedan para combatir estas formas del terrorismo de Estado que atentan actualmente contra la estabilidad del planeta?”.
A 214 años de nuestra independencia, Venezuela encara la carga simbólica de nuestras luchas emancipadoras. “A nosotros nos corresponde otro momento histórico” y es un reto importante “lo que tenemos enfrente”, reflexionó.
Hasta el domingo 13 de julio la Filven 2025 tendrá sus puertas abiertas en la Galería de Arte Nacional, ofreciendo al público caraqueño un espacio para el encuentro con la lectura y el debate de la coyuntura actual, bajo el lema “Leer humaniza”.

T: Prensa Cenal