Prensa MPPC (30/05/2020) Este sábado se conmemoran 120 años del natalicio del maestro Carlos Raúl Villanueva, considerado el máximo exponente de la arquitectura moderna en nuestro país.
Villanueva nació en Londres, en el Consulado de Venezuela, el 30 de mayo de 1900, donde su padre, el ingeniero civil Carlos Antonio Villanueva, ejercía como diplomático venezolano en ese país europeo.
Sus primeros siete años de vida los vivió en la capital británica, luego se mudó con su familia a París, donde estudió en el Lycée Condorcet.
En 1922 realizó sus estudios universitarios en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de la metrópoli francesa, donde obtuvo el título de Arquitecto en 1928.
Ese mismo año conoció a Venezuela y se hospedó durante un corto tiempo en el estado Cojedes. De allí viajó a Estados Unidos para trabajar con su hermano Marcel en una firma de arquitectos en Nueva York, realizando proyectos de construcciones educativas
Villanueva regresa a Venezuela en 1929, para radicarse definitivamente en la nación suramericana, ejerciendo su carrera profesional como arquitecto bajo las órdenes del Ministerio de Obras Públicas (MOP), durante el régimen de Juan Vicente Gómez, con quien su familia tenía estrechas relaciones.
En 1933 se casa con la joven aristócrata venezolana Isabel Margarita “Margot” Arismendi, con quien tuvo cuatro hijos.
Ya para 1934 realiza su primera gran obra en el país: la Plaza de Toros Maestranza César Girón en Maracay y en 1945 crea el proyecto de la conocida Reurbanización de El Silencio.
A partir de 1946 trabaja como Arquitecto Consultor en el recién creado Taller de Arquitectura del Banco Obrero (TABO), desde donde desarrolló complejos habitacionales de gran impacto social como: la urbanización 2 de Diciembre (hoy 23 de Enero), Ciudad Tablita, Simón Rodríguez y Carlos Delgado Chalbaud, proyectos que pretendían cambiar la realidad de muchas personas que vivían en situación de pobreza, entregándoles viviendas con todos los servicios requeridos.
En mismo año, promueve la creación de la Comisión Nacional de Urbanismo, en la que se desempeña como miembro-fundador y primer director, y en 1953 junto con Juan Pedro Posani y Ramón Lozada, funda “Hombre y Expresión”, la primera revista especializada sobre arquitectura en Venezuela.
Al comienzo de la década de los 50,Villanueva dio inicio a lo que constituye, sin duda alguna, una de sus obras más emblemáticas: el proyecto de “Síntesis de las Artes”, realizado en el complejo arquitectónico y urbanístico de la Ciudad Universitaria de Caracas, declarado Patrimonio Cultural Material de la Humanidad en el año 2000 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En dicho proyecto intervinieron artistas de talla mundial como Víctor Vasarely, Jean Arp, Alexander Calder, Fernand Léger, Baltasar Lobo, Mateo Manaure, Francisco Narvaez, Alejandro Otero, Andre Bloc, Henry Laurens, Wilfredo Lam, Braulio Salazar, Oswaldo Vivas, Víctor Valera, entre otros.
A esta magna construcción se le suman: el Pabellón de Venezuela en la Expo Montreal de 1967; la Casa Caoma, en el litoral central; el Hotel Jardín de Maracay; los edificios de los Museos de Ciencias y Museo de Bellas Artes, en Caracas, y el Museo Jesús Soto, en Ciudad Bolívar.
Su talento invaluable lo hizo merecedor de importantes reconocimientos, entre ellos: el título Doctor Honoris Causa en Arquitectura, por la Universidad Central de Venezuela en 1961, y el Premio Nacional de Arquitectura en 1963, distinción extendida por primera vez por el Gobierno venezolano.
El maestro Villanueva muere en Caracas el 16 de agosto de 1975, a los 75 años de edad, víctima del mal de Parkinson. Sus restos fueron velados en el Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas.
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