Prensa MPPC (11/07/2019) Cada 2 de noviembre, día de los Santos Difuntos, el hermoso Valle de Aragua da cobijo a esta manifestación tradicional, en los pueblos de San Mateo, Cagua, el Consejo, La Victoria y Zuata.
De todas las locaciones, la plaza Aragua de la parroquia Zuata es el punto de encuentro por excelencia, en donde confluyen hombres y mujeres para darle vida a esta manifestación, llegando trajeados con los colores rojo y blanco como primera regla de participación.
Ellas con sus faldas floreadas, cayena en el cabello y ellos con sombreros y pañuelos dan inicio al baile, que se realiza en un doble círculo concéntrico elaborado con plantas de plátano, cambur, y bambú; ornamentos naturales que le permiten a los bailadores un espacio donde realizar sus más jocosos movimientos corpóreos, manteniendo el orden entre músicos, bailadores y asistentes.
Los preparativos para esta ocasión se comienzan a hacer desde muy temprano y el llamado a participar es para todos en general, quienes intervienen en la organización y posterior disfrute de la tradición y del sabroso sancocho cocinado a leña desde el día anterior.
Esta manifestación, tradicional y popular, presenta una estructura de seguidilla de danzas pantomímicas, que responde al canto y mando de El Cantador, quien marca la pauta para que los y las bailadoras ejecuten al compás de los diferentes ritmos musicales: joropo, vals, merengue y golpes.
Son siete piezas seguidas en total: seis bailadas y una de descanso. La Zambainina, La Vaca, El Oso Melero, La Chispa, San Juan y La Magdalena, El Palito o Palito a Palo y El Aguacerito de Dios; cada una de ellas contiene en sus letras historias o relatos locales, permitiéndole así a las parejas bailadoras interpretar y darle vida a este baile.
Cada vuelta de Llora puede ir de 5 a 15 minutos en su máxima alegría. Las parejas bailadoras que no entran en el círculo esperan fuera de él, en formación, para poder ingresar al iniciar la siguiente Llora.
Esta expresión es Patrimonio Cultural del municipio Ribas y del estado Aragua, además posee una Orden en su única clase, creada en el 2011, que lleva su nombre, distinción que se confiere a cultores e investigadores que trabajan arduamente para el conocimiento, reconocimiento y difusión de la manifestación.
En la actualidad, podemos encontrar información referente a la manifestación la "Llora" gracias a que ha sido tomada como sujeto de estudio, para diferentes áreas o especialidades académicas y que sin el aporte de sus actores principales muchos eslabones estarían sueltos. Es por eso que agradecemos a sus referentes, exponentes, historiadores por el resguardo de nuestra manifestación.
Gracias a la licenciada Fanny Morillo, Colectivo Cultural La Llora; a Williams Roche, Grupo Vera; al profesor Alejandro Tinedo, y al cronista Germán Fleita Núñez, por mantener viva la memoria cultural de los aragüeños.
T: Prensa Fundación Misión Cultura – Foto: Cortesía